Pulsa la tecla Windows verás que se despliega el menú de Inicio. Pero ésta no es realmente la función de la tecla. Más bien radica en pulsar esta tecla en combinación con otras.
Ahora repite la acción anterior mientras pulsas la tecla E, se ejecutará el Explorador de Windows.
Si pulsas al mismo tiempo la tecla Windows y la tecla F abrirás la ventana de búsqueda y si a la vez pulsas la tecla Ctrl, se abrirá la ventana de búsqueda de equipos, que puede ser útil si trabajas en red.
Otra de las funciones útiles está en la combinación de la tecla Windows y la letra R, en este caso se abre la ventana Ejecutar, desde la que podrás ejecutar un comando o un programa.
Otra combinación más con la que podrás ahorrar algunos clics es la tecla Windows y la tecla Pause Break con la que accedes directamente a la ventana de Propiedades de Sistema.
Por último la combinación que probablemente resulte más útil es la tecla Windows y la tecla M, con la que minimizas de golpe todas las ventanas que tengas abiertas en el Escritorio. Con las mismas teclas más la tecla Shift vuelves a restaurar las ventanas a su estado anterior y se activará la última ventana en la que te encontrabas.