En este caso podemos hacer dos cosas: buscar una actualización para hacerla compatible con Windows XP o intentar forzar la compatibilidad del programa en cuestión. Para ello pulsa con el ratón derecho sobre el icono de la aplicación, selecciona Propiedades y a continuación pulsa sobre la pestaña Compatibilidad. Ésta te mostrará las opciones sobre las que deberás trabajar para forzar la compatibilidad con programas que no trabajan con Windows XP.
Marca la casilla Ejecutar este programa en el modo de compatibilidad para: y te dejará seleccionar el sistema operativo con el que forzar la ejecución de este programa.
Inmediatamente debajo de esta opción podrás configurar la ejecución de la aplicación en sus parámetros Ejecutar con 256 colores, Ejecutar con una resolución de pantalla de 640 x 480 y por último Deshabilitar los temas visuales. Ajusta estos parámetros hasta encontrar los más adecuados para la aplicación a ejecutar.